El tacaño paradójico

Hace pocos días, en una conversación grupal de nuestro equipo de Palabras en Juego, surgió la idea de presentar en la sección “Sinónimos” la palabra pichirre -persona tacaña, miserable-. En un rápido vistazo, nuestro pesquisidor amigo Mikel se dio cuenta de que la cantidad de sinónimos no era para nada pequeña, inicialmente teníamos en consideración apenas diez de ellos, Mikel nos precisó que estábamos cortos y como argumento nos ofreció un interesante grupo.

Aquí en Venezuela el término más usado es justamente pichirre, aunque también usamos con asiduidad los términos tacaño, amarrado, agarrado, pesetero (aficionado al dinero), avaro (que reserva, oculta o escatima algo, especialmente dinero), miserable (que se restringe en los gastos) y mezquino. En un lenguaje algo más vulgar, se usa una expresión que resulta despectiva, hasta ofensiva: lambucio (tacaño o avaro en las cosas pequeñas o en pequeñas cantidades).

También en Venezuela utilizamos un vocablo más jocoso, así como en Costa Rica, El Salvador y en Honduras: ese término es codo -a veces se sustituye la palabra con el gesto de tocarse uno de ambos codos-; asimismo, en estos últimos países de Centroamérica y sumándoseles Nicaragua es muy utilizada la palabra pinche para identificar a un tacaño, de la misma manera en el húmedo Nicaragua se le conoce como pelotero.

Pichiriche, pisirico y pinche en cambio, son términos exclusivos para referirse a los pichirres en El Salvador y cerca de allí, en los caribeños Puerto Rico y República Dominicana, se les denomina maceta.

Un poco más al norte, en México, existe quizás el término más picante y pintoresco con el que podemos aludir a quienes les cueste desprenderse del dinero: a esas personas se les tacha nada más y nada menos que de cuentachiles. Muy utilizados en México, también, codo, agarrado y pichicato.

Varios miles de kilómetros al sur, específicamente en Bolivia, Chile y Perú se les conoce como coñetes, y coños en el mismo Chile y también en Ecuador.

Pero esto no es todo, universalmente y sin distingo de países, a los avaros se les conoce también como verrugos, guardones, guardonas, rácanos, cutres, roñosos, míseros y cicateros.

Todos estos sinónimos nos dejan una linda contradicción, y es que resulta irónico e interesante que, siendo términos asociados a la mezquindad, existan tan variados modos a través de los cuales pueda conocérseles; por eso podemos concluir que el tacaño nos resulta, finalmente, paradójico.

Autor: Itser González

Orgullosamente venezolano. Ingeniero de profesión, sociólogo de corazón y juglar en construcción. Apasionado de la conducta humana y ciego amante de las palabras.

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