De golpes y porrazos

Cuando alguien se cae, dependiendo de su posición, puede golpearse un costado, lo que será una costalada, un costalazo o un talegazo. Si cae sobre sus asentaderas, nalgas, posaderas, pompis, tafanario o, en términos más vulgares, culamen, diríamos que ocurrió una culada. En Venezuela es común oír que una persona se dio un batacazo, cayó de platanazo o se dio una matada para referirse a un golpe fuerte. 

Sin duda, es probable que el resultado de la caída sea una fractura y la persona necesite un yeso o escayola para inmovilizar el hueso durante un tiempo. Este proceso se denomina escayolar o enyesar. El médico usa un vendaje que moja con agua y luego se endurece alrededor de la parte afectada, aunque en los últimos años también podemos observar que el yeso no es la única forma para tratar las fracturas o esguinces: existe el ortesis u órtesis, dispositivo para mejorar una función disminuida como, por ejemplo, las botas Walker. 

Para que no ocurra este tipo de lesiones es importante ver por dónde caminamos y evitar dar un resbalón en una resbalera (lugar resbaladizo). ¿Otras formas de referirse al golpe derivado de una caída? Tenemos porrazo, trastazo, barquinazo, cipotazo y trompicón.

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Autor: Susana Harringhton

Venezolana, profesora universitaria, amante de la literatura, orgullosa de sus raíces. Agradecida por los amigos que la vida y las letras le han regalado.